Mantenerse activo a partir de los 60 es clave para ganar fuerza, proteger las articulaciones, mejorar el equilibrio y conservar la independencia en el día a día. Un programa de entrenamiento para mayores de 60 años bien planificado ayuda a prevenir caídas, conservar la masa muscular, cuidar la salud cardiovascular y aumentar la energía para seguir disfrutando de lo que te gusta.
Beneficios principales
Más fuerza y masa muscular para tareas cotidianas (subir escaleras, cargar bolsas, levantarte del suelo).
Mejor equilibrio y coordinación, reduciendo el riesgo de caídas.
Mayor movilidad y flexibilidad, con articulaciones más “libres”.
Salud cardiovascular: resistencia suave-moderada para caminar más y cansarte menos.
Calidad de vida y ánimo: dormir mejor, más energía y confianza.


Método de trabajo: seguro, simple y progresivo
Evaluación inicial 360º
Analizamos tu punto de partida: historial de actividad, posibles molestias, equilibrio, movilidad y fuerza. Con ello fijamos objetivos realistas y medibles.
Fuerza funcional adaptada
Entrenamos patrones clave (sentarse y levantarse, empujar, tirar, bisagra de cadera) con variantes seguras (bancos, mancuernas ligeras, bandas elásticas). Progresamos paso a paso según tus sensaciones.
Equilibrio y prevención de caídas
Trabajo específico con apoyos estables, cambios de base y ejercicios de reacción. Incluimos tareas sencillas para mejorar la confianza al caminar.
Movilidad y cuidado articular
Rutinas suaves para hombros, cadera y columna. Buscamos rangos cómodos y útiles para tu día a día, sin forzar.


